…post mímico…

julio 30, 2008 at 5:12 pm (Uncategorized)

.

.

Enlace permanente 2 comentarios

…ruidos nocturnos…

julio 21, 2008 at 3:05 pm (...Relatos...) ()

Tran tran…son las palabras de esta noche, tran tranquila, tran transeúnte, tran tran como pasitos de gato por el pasillo, como respiración pausada y roce de piel con ropa de cama.

Transfuga de realidades, transhumante, transferido a un mundo de ojos cerrados e imaginaciones abiertas, transatlántico viaje de transporte intransferible, transfusión de sangre y venas, de alma e hilo.

Tran tran, es el ruidito de la nada, casi no se escucha, la luna gira y mi alma transpira transparente tratando de transformar trastos en trajes, sin tratar de destronar ni de tronar, tan solo con el tran tran, hilito de sonido que acompaña esta noche…tran tran, tran tranquila.

-¿qué sólo hay una verdad?, ¿sólo una?. ¿Y qué hago con todas las demás?.

Apílelas en el montón de dudas razonables

Enlace permanente 2 comentarios

…hoy puede ser un gran día…

julio 8, 2008 at 10:46 pm (Uncategorized) ()

suerte

Me levanté por que tenía que levantarme, nada más simple, nada más complejo, me puse mis lentes de ver de cerca y me colgué en el cuello las de ver de lejos, las de ver a medias me las dejé puestas al dormir a modo de lentillas mientras jugaba en otra de mis patéticas noches solitarias a buscarle formas a una mancha de humedad en la pared, justo al frente de los pies de mi cama, a media distancia. Me levanté por que tenía que hacerlo, por que debía hacerlo, por que estaba programado para hacerlo, ni más ni menos, con el pié izquierdo como de costumbre, pero literal y no supersticiosamente, pero, casualidades de la vida, metí el dedo gordo de mi pié izquierdo todavía dormido en el vaso de agua relamido por mi gato la noche anterior, lo volqué e intentando que eso no marcara mi día me dediqué una sonrisa de control y deambulé hasta el baño, empecé a orinar sin darme cuenta de que antes debía bajarme el pantalón del pijama, al revés por supuesto, y en todos los aspectos, el trasero donde debería ir lo que ahora encharca mi mañana y los pliegues y la etiqueta descubriendo el mundo. Hice lo que pude para mantener la dignidad mientras me quitaba la ropa y me quemaba con el agua demasiado caliente de la ducha y me congelaba acto seguido con el agua demasiado fría de la ducha. No resbalé, no, no os adelantéis, no resbalé en la ducha, lo hice en el pasillo lo que me hizo llegar a la cocina con más suerte que estilo, para poner la cafetera sin agua, las tostadas en una tostadora desenchufada y un calcetín de cada color en la nevera, acompañando a corbatas, llaves y un billete de cinco. Salí de casa con la leve sensación de que no volvería, al menos de una pieza, al menos sin un alta médica. Crucé la calle mientras recordaba como era aquello del padre nuestro y cuando lo había conseguido, sano y salvo en la otra acera, una bicicleta llevada por un hombre llevado por un ipod llevado por shakira me destrozón el pié que más tardó en levantarse hoy, el derecho. Cojeé hasta la parada del bus, donde me di cuenta demasiado tarde que mi cartera descansaba junto con mis calcetines dentro de la nevera. Empieza a llover y hay cinco manzanas y media hasta la oficina y cinco minutos y medio para que sea demasiado tarde. Llego tarde…pero llego, mi jefe me habla, no le entiendo y murmuro un «si», «¿ah, si?», me contesta, «pues despedido!» me escupe. Guardo un portaretrato de mi mismo en una caja de estas de película americana y algunas cosas más que no se que son pero que llenan dignamente mi cubículo de orgullo. Me voy de la oficina pero antes de llegar al ascensor intento, no se por qué, lanzar a mis ahora ex compañeros el monólogo de la película esa de Tom Cruise donde hace de representante, acabo con un «¡¡quiero saber!!,¿¡quién se viene conmigo», y repito esa frase ante el sonido de ventanas que crujen con el viento y ruedas de hierba seca que atraviesan el cuadro, a todo esto, recuerdo que la cafetera detonará en breves instantes si no lo ha hecho ya.

Me voy…, salgo sin rumbo pensando que nada puede ir peor, y vuelvo a lanzar otra sonrisa de control, todo está bajo control, menos este otro charco y este nuevo socavón, socabrón, enlazo agudo y en voz alta, so cabrón este alcalde, pero demasiado cerca de un municipal que pone multas y ahora pone una más.

Me quedo pensando si esta ciudad tenía mar, recuerdo que si e intento recordar su camino, tres horas más tarde llego hasta ese típico puertito de madera de película americana, donde billy bob y joe toman unas cervezas con los pies colgando cerquita de una calma marea, hago lo propio preguntándome cuanto tardará en salir de sorpresa un tiburón, miro al horizonte mientras cae un rayo haciendo de mi puertito privado una balsa llevada por una inesperada y fuerte corriente que me arrastra hacia el infinito del azul. Miro arriba, azul, miro abajo azul, miro atrás y la ciudad se escapa, miro adelante y el horizonte se agranda…me miro,…y sonrío.

Hoy puede ser un gran día.

Enlace permanente 4 comentarios