…elige MI propia aventura… (interactivo)

agosto 25, 2008 at 11:09 pm (elige mi propia aventura I) (, , )

Me levanto de la cama y me doy cuenta de que no recuerdo nada, y cuando digo nada quiero decir nada, es decir, que esta acotación, sobraba.

Nada.

Ni un nombre, ni mi nombre, nada, ni un número al azar, ni la cara de la chica que duerme a mi lado, ni la habitación en la que estoy, no se que ciudad es esta, siquiera si es una ciudad aunque deduzco que así es por los ruidos de motores que entran por la ventana.

Hago fuerzas, cierro los ojos todo lo fuerte que puedo, ¿quienes eran mis padres?, blanco, ¿tengo padres?, blanco, ¿quiero a esta persona que está a mi lado?, blanco, soy un disco duro formateado, espera…, se lo que es un disco duro, así que no me he convertido de pronto en un bebé que tendrá que volver a aprender a hablar, andar y controlar los esfínteres…ya es algo.

Tengo que reconstruirme, quizá anoche bebí demasiado y estoy bajo los efectos de una desorbitada resaca pasajera o un estado de shock o tal vez siga durmiendo. Poco probable, la chica menuda que tengo al lado acaba de ponerme un brazo encima y lo he sentido, noto su olor y también me resulta nuevo.

Me levanto sin hacer ruido y deambulo por la casa, tiene un pasillo y varias habitaciones, no reconozco nada, ni los cuadros, ni la ropa encima de las sillas, vaya, tengo una playstation, se lo que es, pero no sabía que la tenía…¿será mi casa o será la de ella?…

En una de las habitaciones hay un ordenador, lo enciendo y me pide una contraseña, lo dejo ahí, si, exacto, todavía no se como me llamo, no puedo pasar de golpe a este nivel.

Rebusco en la cocina para hacerme un café, cuando pongo la taza en mis labios casi me vomito. No me gusta el café.

Entre un repentino espasmo de lagrimeo me derrumbo en un sillón rojo del salón de dudoso gusto, pongo las manos instintivamente en mi cabeza y descubro que tengo el pelo rapado y una rasta detrás, espera…¿no recuerdo como es…?…¡no recuerdo como soy!, ni siquiera tengo una foto mental de mi cara, miro mi cuerpo y no es el mio…aparece la filosofía como una erupción de ideas en mi cabeza, si me despierto en un lugar que no conozco con un cuerpo que no conozco…¿soy yo realmente?… . Tengo que ir al baño y mirarme en un espejo…pero…¿y si no me gusta lo que veo?…¿y si..?…

¿qué hago?

A) SI QUIERES QUE VAYA AL BAÑO, ME MIRE EN EL ESPEJO Y DEJE UNA FOTO DE COMO SOY DEJA UN COMENTARIO CON LA OPCIÓN A

B) SI QUIERES QUE SALGA A LA CALLE, HUYA DE ESA CASA Y EMPRENDA UNA NUEVA VIDA DEJA UN COMENTARIO CON LA OPCIÓN B

D) SI QUIERES QUE DESPIERTE A LA CHICA DE LA CAMA, HABLE CON ELLA Y DEJE UNA FOTO SUYA DEJA UN COMENTARIO CON LA OPCIÓN D

SI QUIERES PROPONERME ALGUNA OTRA OPCIÓN, DEJA UN COMENTARIO CON TU PROPSICIÓN.

…quiero saber…quien soy.

—continuará—

(está en tus manos)

Enlace permanente 10 comentarios

…¿quién soy?…(para todas aquellas personas a las que he jodido un poco la vida)

agosto 25, 2008 at 10:50 pm (...diario...) (, , , , , )

¿quién soy?

Es una de esas preguntas que te haces a las tantas de la madrugada, con un cigarro a medio fumar en la boca y con pocas ganas de dormir. Empieza como un cosquilleo trascendental en el estómago y acaba como un autoconfesionario poco productivo, según los casos.

En el mío se trata, como de costumbre, de una auto destrucción más que de una construcción o de algo productivo. A saber.

Me pongo a construir mi yo, por partes, y lo primero que viene a mi mente son fracasos pasados, torturas que se supone infringí a personas con nombres y apellidos, algunas las reconozco, a otras, ni siquiera recuerdo haberles levantado la voz…de nuevo, por partes.

Recuerdo a un amigo, desde la infancia lo fuimos, pasamos tantas horas entre juegos y más juegos y nuevos juegos y remodelaciones de juegos ya jugados, uña y carne, descubrimiento constante, se llama Pepe, quizá un nombre corriente, pero ya es un pasado corriente, hoy en día, muy a mi pesar. El tiempo pasó y las distancias se hicieron largas, yo las hice largas, pensé en que había madurado mucho antes que él y me separé como quien mira por encima del hombro, luego vino lo de la ansiedad, causa y efecto de mis defectos, y eso hizo el resto para deshilar cualquier cuerda, hoy ya no atiende a mis mensajes, no le culpo.

Otro amigo, también otro José, aunque este con nieve, descubrimientos a pares, locuras a pares, y mujeres, según él, también a pares, quien no confía en la palabra de un amigo, no tiene un amigo. Tampoco le culpo, eran épocas de lógica desconfianza.

Junto a éste último, Ruyman, compañero de mil batallas, espadachín maestro de nivel ocho, insaciable de risas, imperturbable ante los problemas, pensó que me creía superior a él, y me escupió un día, aprovechando coyunturas, en la cara. Tampoco hay culpa para él, nunca supe ver que portaba ese halo de chulería barata.

(…)

Hago este alto para hablar de ese halo, de ese ego que tantos ven y que apunta otro de mis últimos fracasos, este con final feliz, ya que las edades nos hacen a todos más maleables ante las disputas, Luis, que entendió mis palabras como muchos otros antes las entendieron, que no contempló mis intenciones, algo que siempre me ha hecho pensar si realmente tengo esas sanas y proclamadas intenciones. El humor como lenguaje excusa casi todos mis defectos, «era una broma» ha sido casi siempre mi disculpa, siempre he creído en ella, pero ahora, a estas horas, con un cigarro medio encendido en la boca, me pregunto realmente si simplemente no seré un cabrón más, con la única intención de sonreír yo a costa de la lagrima ajena.

También trae ahora a mi cabeza a Guillermo, un ser crítico, budista sin budismo, que me dijo que encima de un escenario…si…si…era bueno…pero…me sobraba eso de estar sobrado. Encima de un escenario, todo son personajes.

Sea como fuere, trabajo en ese halo, intento verlo en tercera persona,…estoy en ello.

Volviendo a mi lista de fracasos pienso en los amigos que aún conservo (2) y medito sobre si los conservo o los atesoro, es decir, si son un regalo u objetos que guardo en cajas fuertes para no perder lo poco que me queda de afecto en la carpeta de recibidos, ¿puedo realmente forzar las situaciones?, ¿puedo realmente «crear» una amistad?, gastando energía en crear, sembrar, cultivar, regar y mantener un amigo por el simple hecho de tenerlo, o existe realmente la casualidad en estos casos, más que la causalidad…

Helena…ese es otro de los grandes asuntos pendientes que pasaron por la trituradora, dos años de mi vida que me sirvieron para morir, renacer, volver a morir y así sucesivas veces hasta no entender nada. Incluso hoy, todavía sangran las heridas de aquella guerra que no supe que fue guerra hasta que ya estaba herido de bala, pronóstico reservado, en la camilla de un psiquiatra, pero ella no apretaba el gatillo, ella era la pistola, la bala e incluso los puntos de sutura. La última «conversación» que tuve con ella, antes de un «¡imbécil!» que me gané a pulso(¡!), contemplé anonadado una historia que, juro, no concuerda con lo que recuerdo haber vivido, y retomo una frase que a ella le encantaba, vivimos en mundos diferentes, planetas diferentes, y todos…están en este.

Aunque ya apagué el cigarro y ahora los párpados ya me están llamando la atención, también tengo que soltar alguna palabra de Dácil, premia decir que me he decidido a poner nombres por que hay personas detrás de estas historias, y, que cojones, este espacio es mío, este diario (o lo más parecido que he escrito a un diario en mi vida) es mío, y en el no hay menganos ni fulanos, hay nombres con caras, hay gestos inolvidables, para bien y para mal, gestos como los de esta sílfide ciclotímica que arrasó mi mente a desconfianzas e insultos, entre beso y beso. Difícil me es ubicarla, nunca intenté hacerlo en su momento, tan solo vivía, pero ella veía, de nuevo, más allá de lo que yo podía ver, así es que vuelvo a preguntarme, detrás de mis ojos…¿estoy en bambalinas?, ¿no veo desde dentro lo que el público percibe?, cuando hago un chiste lloran, cuando lloro yo, ellos se ríen, cuando digo la verdad creen que soy un genial mentiroso, y cuando miento, se lo creen a pies juntillas. Ella nunca quiso estar conmigo, y yo me pregunto…¿para que lo estuvo entonces?, son ganas de complicarse la vida…bueno…quizá se creyó mis verdades…durante un rato.

Y aquí voy a concluir la primera parte de este ¿quién soy?, sin haber respondido a nada, como pretendía y sospechaba, sin haber hecho gala de un extenso léxico ni una narrativa que te impida parpadear. Pero habiendo sido más sincero que nunca y sobre todo, por primera vez, algo concreto con la realidad que me rodea, con mi realidad. Siempre escribo desde lo ambiguo, porque así funciona mi cabeza, entiendo la metáfora pero me cuesta horrores el realismo, y hoy, lo he intentado, compartiendo con vete a saber tú quien, cosas de mi vida, errores clavados como astillas que me reconcomen todos los días el cerebro.

Me levanto de la cama, me doy cuenta de que no recuerdo nada, y empiezo a escribir.

Quiero saber….quien soy

Enlace permanente 8 comentarios

…14 de Agosto…

agosto 14, 2008 at 11:38 am (...Relatos...) (, , , , , )

El 14 de Agosto de el año dos mil ocho se puso a llover, de repente, en pleno verano, el cielo se arropó con nubes grises, bajas y cargadas, y comenzaron a vomitar todo el odio que nos tenían, el 14 de Agosto, bien temprano en la mañana, comenzó a llover, y no paró, no paró hasta calarnos la piel, hasta deshacérnosla, hasta arrancarnos la cordura y ahogarnos en su espesura. Pronto fueron muriendo, por enfermedades, por hambruna, por simple aburrimiento, y es que esa lluvia ya no cesó, no hubo una calma tras la tormenta, comenzó a llover y no hubo quien pudiera escribir que terminó de hacerlo. Era ese apocalipsis, ese del que tanto hablaron antes, ese que dataron fallidamente y que enunciaron con jinetes, bombas o meteoritos. No imaginaron que era tan simple como abrir el grifo, una lluvia suave, nada extravagante, pero continua, infinita y perseverante, como solo la naturaleza sabe hacerlo. Un no parar de llover que acabó por erosionarnos a todos, como si fuéramos el cauce de un río que se ensancha por el poder del agua.

El 14 de Agosto de dos mil ocho fue el comienzo del fin. Bueno, en realidad no, esto es solo una invención, pero, quien sabe, cualquier día, sin darnos cuenta, el fin del mundo comienza, como todas las cosas importantes, sin darnos cuenta.

Enlace permanente 2 comentarios