Los números de 2010

enero 2, 2011 at 8:49 pm (Uncategorized)

Los duendes de estadísticas de WordPress.com han analizado el desempeño de este blog en 2010 y te presentan un resumen de alto nivel de la salud de tu blog:

Healthy blog!

El Blog-Health-o-Meter™ indica: Wow.

Números crujientes

Imagen destacada

Un barco de contenedores puede llevar a unos 4.500 contenedores. Este blog fue visto cerca de 24,000 veces en 2010. Si cada cada visita fuera un contenedor, tu blog llenaria 5 barcos.

 

En 2010, publicaste 2 entradas nueva, haciendo crecer el arquivo para 159 entradas.

The busiest day of the year was 25 de agosto with 229 views. The most popular post that day was …de menos a más, de más a menos….

¿De dónde vienen?

Los sitios de referencia más populares en 2010 fueran search.conduit.com, facebook.com, nosoloblogs.com, youtube.com y searchqu.com.

Algunos visitantes buscan tu blog, sobre todo por atomo, microfono, peter pan, atomos y sol.

Lugares de interés en 2010

Estas son las entradas y páginas con más visitas en 2010.

1

…de menos a más, de más a menos… febrero, 2008
12 comentários

2

…que sería… marzo, 2007
5 comentários

3

…A micrófono abierto, a corazón abierto… diciembre, 2007
12 comentários

4

El complejo (de) Peter Pan abril, 2009
7 comentários

5

…Los niños Indigo… febrero, 2007
73 comentários

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…Los toca…

May 27, 2010 at 11:44 am (...Ascos...)

Si…he hecho mis daños, he decapitado flores, he destruído nidos de hormigas y he roto algún corazón, si, lo admito, todo el daño que me tenga que llegar tengo que asumirlo en última instancia como un justo rebote a mis actos inmaduros.

Pero toca los cojones.

Y los toca porque uno se va curtiendo, intenta ser consecuente, empieza a caminar por donde dicta la vereda y a resultarle fácil y gratificante hacer las cosas bien, abandonar el cargo de conciencia por que esta está a salvo, tranquila fumando un cigarro contemplando el trabajo bien hecho…y entonces llega la siguiente lección…no todo depende de ti amigo, no todo eres tú y tu paz, también está el yugo de aquellos que dejas que trasteen en ese salón que conseguiste amueblar a base de darle capas de pintura a la pared hasta lograr el color exacto… Y hacen un grafitti aquí y orinan en tu televisor, te mandan anónimos destructivos por debajo de la puerta mientras defecas plácidamente y te joden la decoración. Y piensas, esto va a ser por aquello, y aquello va a ser por lo otro…supongo que es justo…pero…

Toca los cojones.

Yo no tengo nada en contra de sufrir, creo que es necesario para crecer, quien siente sufre y quien sufre siente, quien siente lucha y quien lucha…¿vence?, supongo que no siempre, para muestra mil abrigos, que se intentaron coser a lo largo de la historia y quedaron en chalecos. Yo estoy con mis patucos que iban a ser botas hasta las rodillas y empieza a doler demasiado, aún hiperlaxo no me llego a todos los puñales y aún con mis pastillitas rosas me carcome la ansiedad por querer a quien otros quieren.

Toca los cojones.

Que yo lo que quiero es levantarme y que me des un beso, dejar de oir el ruido que hacen los mensajes al llegar y empezar a oir el bucólico ruido que hacen los pájaros al piar, abandonarnos del sucio mundo donde siempre gana el arma más grande, que no pique la curiosidad porque ésta ya está saciada, aún a sabiendas de que sea insaciable…quiero ser la única lupa que necesites para verlo todo más grande, y saber que voy a saber que intentarán enamorarte porque eso es normal, por que es lo único que mereces, amor, y que con una risa puedas decirme que nadie te separará de mi brazo…”El sentido de la vida!!!, como si yo se lo fuera a decir!”, quiero estar tranquilo y tú me dirás que eso depende de mi, y yo sabré en el fondo que es así, pero por el camino me roban cuadros y eso…

Toca los cojones.

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…Una de tango…

enero 27, 2010 at 10:05 pm (Uncategorized)

Caí allí por casualidad, ni siquiera me gustaba el Tango, ni siquiera me dejaba de gustar, pero entré por una mezcla de aburrimiento, necesidad de compañía y providencia, que se yo, pero el caso es que bajé las escaleras del aterciopelado antro y me uní a la nube de humo que nos convertía a todos en fantasmas lo suficientemente difuminados como para pasar inadvertidos.

En la zona de baile habían cuatro o cinco parejas, dedicadas a la dulce batalla pactada de dimes y diretes corporales, sin apartar la vista cada uno de su pareja, sin apartar su frente, ni su pecho, y les envidié, aunque fuera por disfrutar del tacto de alguien mientras te mira.

Me senté rápido y sin dedicarme demasiado a escoger el lugar, quizá elegí el peor de los asientos para disfrutar del baile, pero tampoco era mi intención, como ya he dicho, el Tango no es algo que me haga entrar en ningún sitio, ni salir de el. Pedí una cerveza y encendí un cigarro. Casi estaba a punto de reír en voz alta por la similitud de mi realidad con la de cualquier relato trasnochado estilo años veinte cuando, en uno de esos giros que las parejas se regalaban, la nube de humo se movió lo suficiente como para alcanzar a ver el otro lado del bar. Y allí estaba ella.

No voy a describirla, por que no se puede describir lo indescriptible.

No se si fueron treinta segundos o treinta minutos, pero me descubrí con la vista desenfocada, la boca abierta y el cigarro quemándome los dedos, ella no tardó en darse cuenta de mi acoso ocular, pero no debo tener, todavía, la suficiente cara de violador, porque, más lejos de dedicarme una de esas caras que las mujeres me dedican, avanzó su mentón como diciéndome algo…aquí debería explicar mi incapacidad para lo social, mi nulo entendimiento de los códigos humanos, y mucho menos de los nocturnos, de mi total estupidez a la hora de ligar y de mi escasa verborrea, pero no quiero quedar mal, así que, dejé que pasaran los segundos, yo imité su gesto como si de un chimpancé se tratara, y ella sonrió y repitió el gesto, o supongo que repitió el gesto, yo, todavía, estoy en esa sonrisa que acabó de disipar el humo del local. Entendí, tras algo de observación del entorno, que ese gesto era una invitación, un «sacame a bailar», ya que era lo que todos hacían allí, toda esa gente estaba allí para bailar…ella quería que la sacara a flotar juntos en una nube, ojo contra ojo, pecho contra pecho, frente contra frente y yo…no sabía bailar, mucho menos tango.

Me fui.

Me fui calle abajo, chaqueta en mano y sin pagar la copa, me fui dándome cabezazos con la palma de la mano, me fui pero me quedé allí, me quedé en su mentón, me quedé en su sonrisa, me quedé en el tango que baile a diez metros de la mujer de mi vida.

Suena el despertador y abro los ojos haciéndome el que no ha soñado con ella, busco la rutina haciéndome el que no piensa en ella a cada segundo, me visto para ir a ninguna parte como si alguien me esperara, porque me es muy triste reconocer que no hay nadie esperando por mi y que huí de la mujer de mi vida mientras me invitaba a volar.

Compro el periódico sin intención de leerlo, lo pongo bajo el brazo y escojo una de las transversales de la Calle Mayor que tanto me gusta recorrer, elijo hoy una que siempre me brinda algo de banda sonora, porque la música de anoche es lo único que tengo de la mujer de anoche, así que eso convierte a esa música, en la música de mi vida. A los cuarenta pasos y doce giros mentales escucho, tres plantas sobre mi, el sonido de un bandoneón, que en ese momento llamaba «instrumento parecido al acordeón que escuché la noche en que vi a la mujer de mi vida, me invitó a acercarme y yo escapé como un imbécil», me quedé estatua con la mirada hacia lo alto, con una expresión como de «Dios, sal de ahí, deja de reírte de mi», hasta que entendí que no podía ser, porque Dios no tiene sentido del humor. Busqué el portal más cercano a la música, drogado por la convicción de que tras la puerta del sonido estaría ella. Preguntaba como un loco si ese era el piso de la música, hasta que un «es en el de abajo» me llenó de absurda esperanza, toqué, me abrieron sin preguntar, subí, entré y ahí estaba la música, ahí estaban las parejas, ahí estaba el baile, el ambiente menos encantador, menos ahumado, menos real, pero sin ella, fue como ver una película con las luces encendidas y encima,…solo.

– Vienes a apuntarte?, me dijo la chica de la mesa.

– ¿A clase?, respondí con una inusitada velocidad.

– ..claro…

– …eh, no, si, no se,…quería informarme.

– Si esperas diez minutos puedes hablar con el profesor.

– Vale.

Y me senté, dejándome llevar por el sonido del bandoneón y con un ataque de ansiedad y otro de absurdo cada tres por dos.

A los diez minutos salió un grupo de hombres y mujeres de una de las habitaciones, hablaron con la chica del escritorio y se fueron, escuché unos pasos por el pasillo y apareció el profesor.

– Así que quieres bailar tango.

– Si. (ya había tomado la decisión en la espera y en la desesperación)

– ¿por qué quieres bailar tango?

– …por que…me gusta. (Mentí)

– no…dime, por que quieres bailar tango.

– …bueno…me…hay…

– una mina…

Y le conté la historia, se la conté como si fuera un cura, se la conté como si le importara, se la conté mientras me sentía felizmente ridículo.

Él suspiro al tiempo que sonreía, sacó de manera ritual su caja de tabaco y su mechero, y lo encendió como cogiendo carrerilla.

– ¿Sabes?, (me dijo), yo amo el fútbol, lo adoro, pero no puedo ver los partidos los Domingos, tengo clases de nueve a nueve y me es imposible, así que…los grabo, por las noches llego a casa y los pongo, me preparo la cena, me tomo unas cervezas y grito, me muerdo las uñas de los nervios, puteo con el referee y canto los goles como si me fuera la vida en ello…pero…eso ya fue, me sigues?, el partido,…está grabado…

Me quedé unos segundos o unos minutos intentando asimilar que me habían dado la respuesta al sentido de la vida.

– Vos querés aprender a bailar tango por algo que ya fue. (Y añadió) En dos semanas estas bailando.

Esa misma noche me adentré en el humo y bailé el peor mejor tango con mi mujer de la sonrisa.

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Sir Beloved Sinsonante

noviembre 11, 2009 at 4:20 pm (...sobre el amor y otras cuestiones...)

Disculpe usted la osadía, e incluso el desatino,

Pero cada vez que he coincidido con usted en aceras, parques o bares,

He creído ver que me veía, con esos ojos de copa de pino,

Y mi corazón se inventó que podría ser o será, el arte y aparte,

Aunque ya no bebo vino, mi cristalino se volvió más fino,

Al creer, no se si por utopía, que no sólo me veía, sino que también me miraba, aunque,

Y aquí viene el sector textual supino,

No se si me miraba por nada o intentaba que nada pareciera que pasaba cuando en realidad si que ocurría que en esos ojos que nada expresaban se escondía el todo que mi alma interpretaba.

Si, ya sé que me fui por las ramas, y que me lié cual pulpo en Sabana,

Pero no puedo más que perderme en frases desacompasadas cuando me toca hablar de la locura de sus miradas.

 

Así pues, disculpe usted la osadía, e incluso el desatino,

Si le propongo estar juntos de por vida y amarnos a mares,

Con tan solo la pista de aquellas miradas regaladas en esquinas,

Si es un “no” lo vería lógico, racional, humano,

Pero un “si” sería tan hermosamente inesperado que no se si esperar sentado,

O directamente inventarme que ese “si” ya ha sonado y empezar mi vida con usted,

Aunque usted todavía no haya contestado.

 

Terminar diciendo que la amo, desde antes de aquellas miradas,

Desde que de pequeño soñaba con una mujer perfecta, en curvas, líneas y rectas,

Desde que de pequeño quería una mujer que al mirarme me obligara a sentarme,

Y escribir sonetos sin rima.

 

Un saludo…

 

Sir Beloved  Sinsonante

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¿ein?

septiembre 24, 2009 at 7:15 pm (Uncategorized)

Tengo una necesidad demasiado enorme de escribir, tan enorme que no atino a darle a las teclas apropiadas. Pero no tengo tabaco. Y sin tabaco solo me salen verdades ásperas, y nadie está dispuesto a leer verdades, mucho menos a escucharlas.

Si la bombilla da luz, la «ele» sirve para decir palabras con «ele» y un dedo oponible para agarrar objetos…¿por qué una ducha sirve para bañarse?

Tengo una espiga del tamaño de una espiga en la barriga desde que miraste con aquella cara de puerta de coche que se cierra. Y tengo una puerta de coche que se cierra en la nariz desde el momento en que sembraste la espiga, espero que olvides regarla.

Si mis pies son para andar, ¿para qué uso mis rodillas?. Si mis muslos son para soportarme, ¿qué es lo que haces tú?…¿eres mi muslo?…eres mi ala.

Tengo un abanico que da calor, dentro, en el cerebro, los médicos están desconcertados, me preguntan si me duele, les digo que no, que da calor, me dan pastillas rosas. La solución era tu fría calidez, todo es armonía…lo difícil es dejar de vestir de rosa, y si no, pregúntenle a una pantera.

Guantes con agujeros para cada dedo rotos para que los dedos salgan a la luz, son guantes para las palmas de las manos, pero no para las palmas, en las palmas siempre hace calor como para llevar guantes, en la palma, más al norte, siempre puedes llevar uno.

Tengo un coche enorme, de varios colores, lento y al que invito a todos a subir, las puertas se abren pulsando un botón verde, tiene una campana y una señora que me dice donde estoy y hacia donde voy. Tengo una limusina que presto a todo el mundo.

Si mi ventana está cerrada, ¿se siente inútil?, si mi ventana está abierta ¿se siente útil?, si condeno una ventana, ¿se siente tapiada o deja de sentir?, si dejo de escribir chorradas, ¿conseguiré al menos que la ventana me lo agradezca?, ¿es una ventana un trozo donde no hay pared o la pared un trozo dónde no hay ventana?.

Tengo verbos y adjetivos, tengo poco tiempo y demasiado, tengo ganas y estoy harto, si algún día algún crítico me llamara artista, y me archivara por etapas, esta la llamaría la etapa asensorial o sinsentido, donde el autor, escribía e interpretaba cosas por el simple hecho de no estar quieto, aunque podría haberlo estado perfectamente, y nadie hubiera notado la diferencia.

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…La historia incontable del hombre alto…

junio 8, 2009 at 11:49 pm (Uncategorized)

Era la historia incontable del hombre alto…era esa, la que te acabo de contar, ¿no la oíste?, es imposible de repetir, la improvisé palabra a palabra, no..no…no insistas, no sabría volver a hacerlo…¿en serio no la oíste?, que lástima por que me quedó exquisita. Para una vez que salgo contento de un relato inventado por mi…y además te miraba a los ojos mientras lo componía instante a instante, me inspiraba en ellos, en ambos, una palabra para el derecho, otra para el izquierdo y así… y cuando creía que me iba a quedar sin la siguiente frase bajaba la vista hasta tu boca y ahí estaba, ahí, entre tus labios, sabía lo que había de pasarle ahora a aquel hombre alto que encontré aquella vez…

Lástima…era una historia con un principio hermoso, te prometo que inventé nudos que se anudaban sobre otros nudos, rizos y vueltas de tuerca que me sorprendían hasta a mi que los contaba…hasta a mi que los paría sobre la marcha…desenlaces que no eran tales, sino nuevos nudos que llevaban a nuevos desenlaces….era casi novelístico…la historia del hombre alto…¿y la moraleja?, ¿tampoco recuerdas la moraleja?, fue lo mejor de la historia, la encontré en un momento de vacío al deletrear el FIN, te dije, efe i ene, y me diste un abrazo con las manos como pesadas, como posadas más bien, ¿ya andabas dormida entonces?, jajaja, bueno…en ese abrazo estaba la moraleja, no sabría explicártelo ahora pero, ahí estaba, se trataba de eso, la moraleja me la diste tú, no se si me explico, la moraleja era ese abrazo cadente, tranquilo, de sueño, la moraleja era que me dieras algo de repente y sin pedirlo, la moraleja era querer darme un abrazo, necesitarlo, no se…querernos supongo que era parte de la moraleja, o ella en si misma.

La historia incontable del hombre alto, si…recuerdo que un hombre alto aparecía, eso si, pero no era la base de la historia, era circunstancial, algo casual, era un desencadenante como lo es la incontable historia del hombre alto. Es decir, me explico, la imposibilidad contrastada de poder contarte la incontable historia del hombre alto es un desencadenante para contarte la historia del recuerdo de una historia incontable sobre un hombre alto que no puedo recordar. Y es curioso, ¿sabes?, me sentí escuchado, sentí que me escuchabas y aunque andarás dormida se que me escuchabas, quizá en tu inconsciente, en esa maquinita preciosa que mezcla imágenes y crea sueños llegaran rebotadas algunas de mis palabras, con suerte alguna frase completa, y esas son las que más les gustan a los que rellenan esas maquinas, las palabras caídas medio roídas que se esconden detrás de una pila de ideas olvidadas. Esas son las que más les gusta mezclar con alguna foto de mis manos y un clip de video pequeñito de cuando tenías 5 años y corrías a los brazos de tu mamá. A ellos les encanta, quizá un hombre alto con manos grandes haga algún día que una niña de 5 años corra hacía ti llamándote mamá. Quien sabe, ya te digo que a esos operarios de sueños, a esos fontaneros del alma, les encanta jugar al collage imposible que creemos surrealista, pero que ellos entienden a la perfección.

Pero no te preocupes, me se millones de historias incontables que me quedan por no contarte. Tengo apuntados millones de cuentos aún no escritos y ni siquiera imaginados para contártelos al oído justito para que escuches dos o tres palabras y caigas dormida a hacer trabajar a esos mezcladores de archivos multimedia.

Conozco la del perro gigante que es devorado por un gato diminuto. La del cigarrillo que se fumó a un hombre y que se volvió adicto, y que para dejarlo tuvo que hacerse adicto a los parches de humanidad. O también la del pianista sin dedos, que tocaba con lagrimas, y su música solo podía escucharla una mujer de pestañas tan largas que vibraban con el romper de la lagrima contra la tecla del piano. Esa es preciosa, por que el lloraba por ella, pero lloraba de alegría. También era un tipo alto.

Millones te digo, se millones de historias que todavía no me se. La del teléfono móvil de un tipo al que nadie llama, y que decide llamarse a si mismo para hacerse feliz. De como se dio cuenta de que no servía para nada poder sonar con alegres melodías si no podía comunicar nada…y de como usó su última raya de batería para vibrar hasta la taza del váter y…bueno, de esa creo que conoces el final.

La de la foto que creía ser un marco para otra foto, la del viaje por dentro de ti, una preciosa sobre un abrazo a un cuenta cuentos mudo, la del tango más hermoso del mundo, que se bailó con una pareja separada por siete kilómetros, sin moverse y sin darse cuenta de que lo bailaban. La historia de las palabras perfectas, donde bebé, more, niña, perfecto y precioso tienen unos trasfondos que me erizan la piel.

Me se mil historias mi amor, una por cada célula de tu cuerpo, dos por cada instante sabiéndome amado por ti y tres por cada instante sintiendo que te amo de la manera en que te estoy amando. Infinitas historias, todas incontables, las que ya te conté y las que me quedan por contarte, es tal el número de ellas, que algunas, muchas, me las estas contando tú. La de un canario atacado por un canario. La de un chino diminuto que vivía dentro de un ordenador portátil tan antiguo como sabio. La de una diosa que vivía modestamente en un pequeño piso de una pequeña ciudad con un compañero imaginario. La de una historia de amor que titulaste «la historia que solo tenía título» mientras me contabas callada entre risas que era imposible escribir algo como eso, que no había palabras, y no podías escribir gestos.

Siempre habrán mil historias que abran tus labios, tus ojos

Siempre habrán mil historias que los cierren

Siempre tendré una historia para tu oído así como tu tendrás un beso para mis labios, una idea para las mías, un bastón para tus bajadas y un cohete para tus subidas.

Siempre tendré un dedo para tu curva, una mano para tu precipicio, un ala para tu ala, una lengua para tus lagrimas.

Siempre tendrás una cama para mi cuerpo, una sonrisa para mi broma poco afortunada, una duda para lo indudable y una teoría para la práctica.

Siempre tendremos tiempo…y ahí lo tendremos todo.

Amor…me se mil historias, y la más hermosa de ellas, la escribes tú ahora…y ahora….y ahora…y ahora…y ahora….

Aunque la mejor que me se es la incontable del hombre alto, que conste.

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Si, es indecente

May 12, 2009 at 11:53 pm (Uncategorized)

Ha dicho la Presidenta de la Comunidad de Madrid que es indecente que mientras la inflación es -1%, los funcionarios además de tener plaza fija, tengan una subida salarial del 5% (gran mentira por cierto), Objetivo congelarles el sueldo. Me gustaría transmitirle a esta Sra. lo que considero indecente. Indecente, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado 3.996 pudiendo llegar con dietas y otras prebendas a 6.500 €/mes; Indecente, es que un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera; Indecente es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad, por supuesto y al inicio de la legislatura); Indecente es comparar la jubilación de un diputado y el de una viuda; Indecente, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste con siete y los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima solo necesiten jurar el cargo; Indecente es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF; Indecente es colocar en la administración miles de asesores, amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados; Indecente es el millonario gasto en mediocres TV autonómicas creadas al servicio de la pervivencia en el trono de políticos más mediocres; Indecente es el ingente dinero destinado a sostener los partidos aprobado por los mismos políticos que viven de ellos; Indecente es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural); Indecente es el coste que representan a los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes siempre en gran clase y tarjetas de crédito por doquier; Indecente es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año; Indecente es que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses; Indecente es que ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público; Indecente es que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios solo representan un coste para el bolsillo de los ciudadanos; Indecente es que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven;. Mientras hablan de política social y derechos sociales ? que indecente.

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El complejo (de) Peter Pan

abril 17, 2009 at 8:03 pm (Uncategorized)

peterpan1

Decían que tenía que arreglarlo, que era un problema no paraban de decirme.

Brlibrliparapapá Respondí.

Decían que tenía que caminar en fila, hacer cola, encajar el aro.

¿de qué color es el aro? Respondí.

Dijeron, rojos de furia, que no estaba volando, que solo hacía el ruido de un avión y ponía los brazos en cruz.

¿En serio no ves como cruzo esas montañas? Respondí.

Siguieron diciendo, cada vez más bajo, cada vez con menos frecuencia, cada vez con menos interés, que tenía que crecer. Hasta que me hice viejo, y me gané el derecho que ya tenía ganado. El de seguir jugando, por que ya….no importaba.

Brlibrliparapapá Añadí antes de morir. Ahora, viene otro juego. Quiero ver cuanto tiempo se creen que me estoy haciendo el muerto.

¡TÚ LA LLEVAS!

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abril 17, 2009 at 5:53 pm (Uncategorized)

aaaAAARGHHH…..REBELDÍA!

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¿Quién eres?

marzo 11, 2009 at 10:36 pm (Uncategorized)

Eres una de esas mujeres de sueño que te quitan el sueño, bueno, no te lo quitan, te lo toman prestado para soñar contigo, hasta que el alma, libre de abrigo, se tienda azul e inmensa a tensar la cuerda…pero sin hacer que se tuerza. Eres una de esas mujeres de perderse y buscarse, de construirse y reconstruirse, de hallarse, de colores imaginados dulces pasteles que crean personajes de dibujos animados, de cuentos de hados iluminados, de paradojas como la del histérico sosegado, la del nervioso calmado, del amante alado. Eres una, tú y no otra, eres lo que quiera dibujar y lo que quiera componer y lo que quiera parir, crear o imaginar eres, no se quien eres, pero te conozco, deduzco que el halo blancuzco que vas dejando a tu paso no me hará caer en craso error ya que siento que eres agua en licor que va llenando gota a gota mi vaso, como dormir al raso bajo un manto de puntos que brillan y mueren, que nacen y duelen, que enfrían la noche de la punta del pelo que despunta hacia el cielo hasta el dedo que se aferra con temor al suelo. Eres, eres cuna de seres, cuna de ceros, vacuna de buenos agüeros, eres, leves quehaceres y quierohaceres, meses de leche que se caen con los primeros cantares. Eres, fuíste lo que fuiste pero ahora solo eres, no puede ser de otra manera, eres uno de esos seres, que calan y acampan en tu privada morada hasta hacerla más cálida y más ataviada, de un rincón más bien oscuro, has creado y recreado vida donde antes no había con los cuadros que has colgado y las notas de un piano desafinado, me has enamorado y claro, un día todo esto ha estallado, y donde antes no habían puntos ni comas por que no había palabras que frenar ni hacer respirar, se han formado vorágines de frases sin padre ni madre pero con la misma intención y mensaje, decirte que eres…solo eso, que eres…y me eres. Dos seres Alados y salados por el mar, ni una ni otra, eres mucho más.

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